Eso es exactamente lo que Eva O. Schaub y su familia hicieron para su libro “Un año Sin Azúcar: Una Autobiografía”. En su artículo en Everydayhealth.com, citó cómo se entiende que el consumo de azúcar era un hecho cotidiano, y algo que ella le dio poca importancia. Eso fue, hasta que ella comenzó a leer acerca de los peligros del consumo de azúcar y de los efectos devastadores de esta para la salud.
Eve decidió ver si ella y su familia – su esposo y sus dos hijas (de 6 y 11 años) podrían excluir totalmente el azúcar de su dieta. Durante todo un año, evitaron los alimentos que contienen azúcar – el azúcar de mesa, miel, jarabe de arce, jugo de frutas, el agave, comidas que se hacen con azúcar falsas. La única forma en que estaban consumiendo azúcar era en la forma de la fruta.
Pronto vieron al desafío que habían tomado. El azúcar esta en casi todo lo producido en el comercio. Casi todos los fabricantes de alimentos utiliza el azúcar para hacer que la comida sepa mejor. Eva y su familia no sólo tubieron que evitar el chocolate, galletas y pasteles, pero también tenían que leer las etiquetas de los productos como aderezos para ensaladas, caldo de pollo, salchichas, tortillas, sopas y casi todo lo que puedas imaginar.
Eve dice que sentía algunos cambios, aunque sutil, muy rápidamente. Mediante la eliminación de azúcar comenzó a sentirse con más energía. La verdadera prueba fue en el cumpleaños de su marido: él pidió pastel de crema de plátano. El acuerdo de la familia es que se puede comer una golosina azucarada al mes durante este año, pero fueron, naturalmente, la elección de no caer.
Cuando Eva intentó el pastel de crema de plátano ella sintio que algo ha cambiado. Ella no lo disfruto, ni lo había terminado, porque era demasiado dulce para ella. Su boca no era la misma. Ella dijo: “Yo sabía que algo nuevo estaba sucediendo. No sólo yo no disfruté de mi trozo de pastel, ni siquiera lo pude terminar. Tenía un sabor dulzón que no gustaba a mi paladar ahora sensible. En realidad hizo que me duelan los dientes. Mi cabeza comenzó a latir con fuerza y mi corazón empezó a correr; Me sentí muy mal. Estuve una hora tirada en el sofá sosteniendo la cabeza antes de empezar a recuperarme. Simplemente no me sentía bien.
Ahora que se había excluido por completo el azúcar, podía sentir la diferencia. Eva también miró hacia atrás al año pasado y se dio cuenta de que su hija había perdido menos escuela, por estar enferma durante todo el año. Eva ” gran aventura”, como ella lo llama, de no comer azúcar durante un año cambió la perspectiva en su familia y sus efectos en su salud.
Su experimento es un ejemplo brillante de lo que puede suceder si se decide comer más sano y eliminar cosas como el azúcar de la dieta.
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